Ya sé que esta foto es muy poco original. Todo el mundo la hace, con mejores o peores cámaras; todos tenemos una foto de una puesta de sol. Sin duda es uno de esos momentos que a todos nos gusta retratar, quizá por lo efímero del momento…
Una puesta de sol transmite paz, tranquilidad, tiene algo de te atrapa; pero si algo tiene una puesta de sol es que siempre es igual, o casi igual, sobre todo si la fotografías desde el mismo sitio.
Creo que tengo más de quinientas fotos de esta puesta de sol. Por supuesto, con distintos ajustes manuales, pero la misma al fin y al cabo. La hago cada año, al final del verano algún atardecer que bajo a la playa con la cámara. ¿Y qué se puede fotografiar en la playa, además de niños quer te mojan y te llenan de arena? Evidentemente, puestas de sol.
Y aunque lo sé, todos los años vuelvo a echar la misma foto. No puedo evitarlo. Es una mezcla de nostalgia por el verano que se escapa, las vacaciones que se acaban, de respeto a las tradiciones…
En la abstracción del momento, dejé de fijarme en el sol que bajaba y vi en el espigón de la playa un grupo de pescadores que preparaban sus aparejos de manera ritual. Y aquellas cañas lanzadas al aire me ayudarion a comprender que merecía la pena hacer otra foto más, aunque luego parezca la misma foto de todos los años.
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